Vivimos en una era de cambios constantes y profundos. La próxima década definirá nuevos patrones de consumo que impactarán la economía global, el medio ambiente y nuestras vidas cotidianas.
En este artículo exploraremos diez ejes fundamentales, respaldados por datos recientes y tendencias clave para 2025-2035, que moldearán las decisiones de los consumidores y las estrategias de las empresas.
El compromiso con el planeta se intensifica: el 58 % de los consumidores está dispuesto a pagar más por productos ecológicos, especialmente Millennials (60 %) y Generación Z (58 %). La demanda de transparencia en procesos de producción es cada vez mayor.
Aunque la compra de segunda mano retrocedió al 11 % la semana previa al estudio, la percepción sobre la importancia del cuidado ambiental sigue en alza. Las marcas que adopten prácticas responsables y comuniquen con honestidad ganarán fidelidad.
El entorno digital deja de ser un canal adicional para convertirse en el escenario principal de consumo y experiencia. En China y EE. UU., más del 90 % compró únicamente en línea el último mes; en Alemania y Reino Unido fue el 80 %.
El delivery global de alimentos creció del 9 % del gasto en restauración en 2019 al 21 % en 2024. Esta expansión de la conveniencia inmediata refleja la exigencia de velocidad y costos bajos.
Tras la pandemia, los consumidores buscan nuevos estilos de vida saludables. El 80 % prioriza alimentación balanceada y reducción de desperdicio.
La autogestión crece: fitness en casa, cocina desde cero y rutinas de autocuidado son tendencia, especialmente entre mayores de 45 años. Los jóvenes, además, exploran “side hustles” para diversificar ingresos.
La tolerancia a la espera ha desaparecido. El modelo “bring-it-to-me” se consolida, impulsando comercio, restauración y servicios bajo demanda. Devoluciones sencillas, confiabilidad y costos bajos son ahora requisitos estándar.
La logística y la tecnología se integran con rapidez: drones, vehículos autónomos y microplataformas urbanas transforman la última milla y elevan las expectativas de los usuarios.
La urbanización avanza y la composición de los hogares se diversifica. Familias multigeneracionales, hogares unipersonales y comunidades colaborativas demandan soluciones personalizadas.
Europa y Asia envejecen, generando mayor demanda de productos orientados a la salud y la comodidad. África y parte de Asia, con población joven, impulsan bienes tecnológicos y de ocio.
El consumo de petróleo podría alcanzar su pico antes de 2030 y descender hasta un 74 % para 2050, según escenarios de políticas climáticas rigurosas. La transición no será uniforme: gas y petróleo conviven con energías renovables.
Las presiones climáticas y regulatorias reconfiguran las cadenas de suministro. La eficiencia y adaptación ante crisis globales serán elementos cruciales para sectores intensivos en recursos.
El acceso masivo a datos permite decisiones de compra más inteligentes. Los consumidores exigen transparencia y personalización basada en datos, lo que impulsa la “datocracia” en la economía del consumo.
Las empresas deberán equilibrar la recolección de información con la privacidad, ofreciendo experiencias a medida sin comprometer la confianza.
El futuro del consumo es participativo: consumidores, empresas y gobiernos co-crean productos y servicios. El prosumerismo crece junto a economías colaborativas y plataformas peer-to-peer.
Intercambios de bienes compartidos y servicios de suscripción reinventan la propiedad, favoreciendo un modelo donde el valor se basa en la experiencia más que en la posesión.
El “Desbalance Sistémico” aumenta las disparidades socioeconómicas y regionales. Para garantizar oferta y demanda, las empresas reorientan sus cadenas de suministro, diversifican proveedores y acercan la producción al consumidor.
La resiliencia ante crisis climáticas y geopolíticas será la clave para mantener la continuidad y la confianza en un entorno cada vez más volátil.
El consumidor 2025-2035 será híbrido, exigente, conectado y consciente. Buscará experiencias integrales que combinen bienestar, conveniencia y responsabilidad.
Las empresas que integren sostenibilidad, digitalización, datos y colaboración en sus modelos de negocio estarán mejor posicionadas para liderar la próxima década.
Referencias